Este mes terminé de leer Del silencio al estruendo de Sara Sefchovich, publicado por la UNAM en el 2020. Resulta que, en ciertas temporadas, nace en mí un gusto por leer teoría y ensayo. En octubre de este año, platiqué con Sara en el programa EscritorasMx Tv que co-conduzco cada jueves por el Facebook de EscritorasMx-FENALEM y este libro era uno de los que no había leído así que corrí a comprarlo al día siguiente en la Feria del Libro del Zócalo, pero no lo encontré y entre el peregrinar, por fin lo adquirí en Librerías UNAM.
Pocas veces, leo un libro de análisis y crítica tan rápido, porque siempre tengo que buscar las referencias, me desvío checando bibliografía, entre otras cosas. Y no es que con este libro no haya hecho lo mismo, sino que lo hice hasta terminarlo de leer, porque una vez que me senté, sólo paré porque tenía que ir a trabajar, para dormir o comer, así que lo leí en dos o tres días.
El ensayo es una maravilla. A pesar de que hay un capítulo en el que la autora hace un amplio recorrido por la escritura de las mujeres no solo mexicanas, no es nada engorroso ni pesado. En realidad, queda esta sensación de querer leer y conocer todos esos trabajos que está mencionando. Aquí es donde me pregunto cuándo tendré tiempo para poder leer tanto, cómo ha hecho Sara para leer tanto.
Y es que esta forma de narrar, tan ligera, entendible, llena de conocimiento, me recordó a los ensayos de Rosario Castellanos en Mujer que sabe latín, libro que, ya que narra y habla de temas poco señalados, lo leí en tres días, máximo una semana.
Ambos libros nos adentran en este tema de la escritura de las mujeres, de qué escriben, cómo lo hacen, por qué y para qué. Hay años de diferencia entre Rosario y Sara, entre el primer libro y el segundo de los mencionados y, aún así, la cosa no ha cambiado mucho. Claro está, como lo dije en una plática que tuve hace unos días en CASUL (si no la vieron, les dejo el link de "Antes de Eva"), estamos en una época maravillosa, porque estos cambios son tangibles de la mano de las escritoras. La literatura y las artes, en general, nos hablan del contexto en el que se crearon. Hoy en el 2021, las escritoras nos hablan de maternidades y romances, pero también crean nuevos mundos, a veces, distópicos, de terror, de ciencia ficción. En fin, que como diría Sara "Todas están atravesadas por la obsesión por romper con moldes, modos, tradiciones, lenguajes". Considero que todavía le debemos mucho a Virginia Woolf de todo eso que ella consideraba propio para la escritura de las mujeres; sin embargo, ahí vamos, con paso firme, decidido y con impulso. Ahora podemos encontrar historias en las cuales reconocernos, pensarnos, imaginarnos. Hay autoras maravillosas y son tantas que me da angustia saber que me perderé de muchos textos por falta de tiempo, por falta de vida o de recursos económicos para comprar todos los libros.
Del silencio al estruendo es un libro que me dejó con hambre de aprendizaje y este efecto pocos libros lo logran. Es un diálogo muy fluido que pareciera que una se encuentra en conversación frente a frente con la autora. Así que al terminar de leer a Sara, regresé a leer los ensayos de Castellanos en tanto se cruza otro libro de ensayo en mi camino.
